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La juventud: el presente y futuro del mundo

Actualmente los jóvenes representan el 25% de la población mexicana. A pesar de asociar a los jóvenes con ideas de cambio, energía e innovación, pocos son los espacios para compartir su visión, sus sueños y preocupaciones. La juventud no solo es el futuro del mundo, sino también su presente, un presente que necesita incluirlos, considerarlos y abrir espacios para su participación.


Un mundo cambiante


Los drásticos cambios que se producen hoy en el mundo, generan nuevas pautas de interacción e incertidumbre sobre el futuro en personas de todas las edades, especialmente los jóvenes.



Los retos sociales y medioambientales generan escenarios de desigualdad, exclusión y discriminación, donde la juventud no es solo estigmatiza por su edad, sino por condiciones relacionadas a su género, nivel socioeconómico, origen, cultura, entre otros. Esto obstaculiza la idea popular de que los jóvenes serán los líderes del mañana, ya que no se puede asegurar su futuro si no se valida su experiencia, perspectiva y opinión en el presente.


En un mundo cambiante debemos trabajar juntos para garantizar el bienestar e integración de la niñez y juventud en la sociedad. Un presente que respeta los derechos humanos e inculca habilidades como el pensamiento crítico, resolución de problemas y la participación ciudadana, contribuye a nutrir una generación de jóvenes que encuentran respuestas creativas y colectivas ante los desafíos globales.


Construyendo su presente para potenciar su futuro


La importancia de intervenir en el desarrollo de este grupo de la población, no es solo por su peso demográfico, sino por ser una etapa en la que sus experiencias serán determinantes para definir su previsión sobre el futuro y posibilidades de alcanzar bienestar e integración social.


"La forma en la que la juventud transita hacia la edad adulta, es fundamental y determinante para el desarrollo de la humanidad"
(ONU, 2014).

Es necesario ofrecerle a la juventud oportunidades y habilidades que mejoren sus condiciones de vida y su participación en el desarrollo de la sociedad. Involucrarlos en los diálogos, generación de propuestas y acción por los retos que les rodean es fundamental para hacerlos protagonistas y partícipes de su futuro.


Incentivar la participación juvenil requiere de espacios de diálogo, reflexión y colaboración, que ayudarán a los jóvenes a sentirse integrados, escuchados y empoderados para tomar desiciones más libres e informadas. De igual manera, es importante desarrollar en ellos habilidades relacionadas al pensamiento crítico y la resolución de problemas para aprender a asumir responsabilidades individuales y grupales que les permita verse a sí mismos como agentes de cambio y parte de una comunidad activa.


La juventud como motor del cambio


Los jóvenes son una gran fuente de energía, cambio, esperanza e innovación con una perspectiva única que aportar. Son poderosos agentes del cambio social porque influyen en sus iguales con palabras y acciones. Es de observar que el 16.8% de los jóvenes, según un estudio de participación juvenil en la Ciudad de México, dice haber participado en acciones de protesta relacionadas al respeto a la vida, seguridad, libre tránsito e igualdad de género. Tienen participaciones importantes en temas como medio ambiente, bienestar animal y solidaridad hacia grupos afectados por retos sociales y medioambientales. Siempre han estado a la vanguardia de los movimientos por la justicia, igualdad y los derechos humanos en todo el mundo.


Los jóvenes tienen derecho a ser escuchados, respetados e incluidos en los procesos de toma de decisiones a todos los niveles de la sociedad. Es necesario comprometernos con ellos para animarles a desarrollar sus talentos y hacerles conscientes de la importancia de su papel en la sociedad. La juventud tiene la capacidad de generar ideas frescas y nuevas soluciones para algunos de los grandes retos que enfrenta el futuro del mundo.


En conclusión, es nuestra responsabilidad como sociedad, abrir espacios para que jóvenes compartan su perspectiva y sea tomada en cuenta para las desiciones del colectivo. Animarles a participar en su comunidad les hará sentir que forman parte de algo más grande que ellos mismos y será un gran paso para ayudarles a potenciar su liderazgo. La clave está en aprovechar esa energía, creatividad y pasión. Participando con acciones decididas que promuevan la justicia social y la igualdad, los jóvenes darán forma a sus comunidades para las generaciones venideras.


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