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Hilma af Klint, pionera del arte abstracto

La historia del arte abstracto suele contarse desde la perspectiva de los artistas masculinos. Las mujeres que fueron pioneras en este género han caído en el olvido o, lo que es peor, han sido tachadas de aficionadas incapaces de un pensamiento artístico serio. Por eso es tan emocionante saber que una de las primeras pintoras abstractas más influyentes fue una mujer: Hilma af Klint.


Sus primeros años


Hilma af Klint fue una artista sueca nacida en 1862 y fallecida en 1944. Vivió a finales del siglo XIX y principios del XX, lo que significa que ideó sus pinturas abstractas en una época en la que la mayoría de la gente pensaba que sólo el arte realista podía considerarse "bueno".


Ella se interesó desde muy joven en el conocimiento y el arte. Siendo hija de un almirante, matemático y violinista ocacional, Hilma llevó una vida acomodada con acceso a conocimiento científico a través de los libros de la extensa biblioteca de su padre. Y en 1882 pudo estudiar en la Real Academia Sueca de las Artes de Estocolmo, uno de los pocos centros de la época que admitían a mujeres de toda Europa, donde aprendió a pintar y pasó los siguientes cinco años formándose en dibujo, retrato naturalista y pintura de paisajes.


Autorretrato, Hilma af Klint

A lo largo de su vida, Hilma se interesó por el mundo esotérico y espiritual. Especialmente tras el trágico suceso de la muerte de su hermana pequeña, que le hizo buscar la espiritualidad como forma de llegar a respuestas sobre la vida.


Una forma única de percibir la realidad


Durante el siglo XIX la corriente espiritista estuvo en auge y surgieron muchos seguidores de la capacidad humana de comunicarse con el más allá. Hilma intentó buscar respuestas en estos movimientos de lo oculto y espiritual, llevándola a transformar su visión de la realidad. Y fue la introducción de este mundo a la vida de la artista, que revolucionó su obra y el mundo del arte.


Hilma se adentró en las sesiones espiritistas, experimentando con la escritura y dibujo automáticos, técnica médium para conectar con los espíritus. En 1896 fundó un movimiento artístico llamado "Las Cinco" que, junto a otras cuatro artistas amigas, se reunían para practicar el dibujo automático. Siendo esa la semilla de su arte abstracto al, poco a poco, hacerse experta en automatismo para transformar en visible lo invisible.


Obra 'Caos primordial nº16', Serie 'Pinturas para el templo', 1906, Hilma af Klint

La artista pintaba a partir de un estado onírico, y más tarde desarrollaría teorías sobre los sueños y su papel en la creatividad y la espiritualidad. En una de las sesiones los Grandes Maestros, o bien, los seres superiores que veían en sus visiones, les pidieron mostrar al mundo lo que habían experimentado. Hilma af Klint aceptó y así, en 1906, creó la primera serie registrada de cuadros abstractos de la historia, titulada Las pinturas para el templo.


La obra abstracta de Hilma af Klint


Al ver su obra puedes darte cuenta que sus cuadros son poderosos y espirituales. Utilizan la abstracción para expresar ideas que a ella le resultaba difícil comunicar sólo con palabras: conceptos como las fases de la vida, el mundo invisible, espiritualidad en la naturaleza... temas que a diferencia de otros artistas abstractos, no intentaban disolver la realidad, sino mostrar lo que se experimenta más allá del mundo físico.


“Los cuadros fueron pintados directamente a través de mí, sin dibujos preliminares y con gran fuerza. No tenía ni idea de lo que se suponía que representaban las pinturas, sin embargo trabajé rápida y segura, sin cambiar una sola pincelada”
- Hilma af Klint


Reivindicación como pionera del arte abstracto


A pesar de que la pintora había marcado un antes y un después en la historia del arte, en su momento no se sintió lista para compartir su obra y mensaje. Por lo que dejó por escrito una petición en su testamento: solo revelar sus pinturas hasta veinte años después de su muerte.


Hilda af Klint falleció en 1944 y de acuerdo a su testamento su obra fue guardada dos décadas. Cuando llegó el momento, su sobrino por fin abrió los enormes baúles que preservaban sus lienzos y encontró 1.300 cuadros, 124 libretas repletas de anotaciones y 26.000 páginas escritas a máquina.


En 1986, cuarenta y dos años después de su muerte, tuvo su primera exposición en Los Ángeles. Sin embargo, aún muchos museos se resistían a exponer sus cuadros, ya que Kandinsky, Mondrian y Malévich seguían siendo considerados como los "padres del arte abstracto" y Hilma fue dejada en un segundo plano.


En la actualidad, se sigue reivindicando el nombre de la artista como pionera del arte abstracto. En 2018, el museo Guggenheim de Nueva York celebró una gran exhibición de Hilma af Klint, que se convirtió en la más visitada de la historia del museo hasta el momento.


En conclusión, Hilma af Klint es una de las artistas más revolucionarias de su época, de la que probablemente aún no habías oído hablar. Es importante tomarnos el tiempo de conocer mujeres artistas que han formado parte de la historia del arte, y es tarea de todos reivindicar los nombres de aquellas mujeres que aportaron a los grandes movimientos artísticos. Espero que te hayas dejado inspirar por la historia de Hilma af Klint, ¡pionera del arte abstracto!

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