La Declaración Universal de los Derechos Humanos se creó en 1948 y establece los derechos y libertades fundamentales de los que debe disfrutar cada persona. Desde entonces, muchos países han adoptado políticas basadas en estos derechos y han aprobado leyes que dan a las personas más libertad para vivir su vida como deseen. En este artículo exploraremos por qué la Declaración Universal sigue siendo relevante hoy en día y cómo la protección de esos derechos ayuda a todos los que nos rodean.
Los derechos humanos son una cuestión muy importante en el mundo actual
Los derechos humanos se aplican a todas las personas independientemente de su raza o religión, sexo o identidad de género, orientación sexual, lengua o cultura. Son universales, indivisibles e interdependientes. Los derechos humanos también evolucionan con el tiempo, ya que las necesidades de las personas y las comunidades cambian con el paso del tiempo.
Los derechos humanos deben ser protegidos por los gobiernos, pero no limitados por ellos. Esto significa que los gobiernos deben proteger los derechos humanos, pero también permitir que los ciudadanos expresen libremente sus opiniones sin temor a ser castigados por los funcionarios de su gobierno.
"Todos los Estados tienen, con independencia de su sistema político, económico y cultural, la obligación de promover y proteger todos los derechos humanos para todas las personas sin discriminación." - Amnistía Internacional
La Declaración Universal de los Derechos Humanos sigue siendo relevante después de 70 años
La Declaración es un documento vivo, no estático. Ha sido interpretada y ampliada por leyes y tratados internacionales desde su adopción en 1948, entre ellos el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW), la Convención Internacional sobre la Protección de los Derechos de los Trabajadores Migratorios (ICMWR) y muchos otros que han sido adoptados desde entonces por diversos organismos internacionales como la UNESCO o UNICEF. Por lo tanto, la Declaración sirve de guía para las generaciones futuras, además de ser aplicable en la actualidad.
La Declaración es algo más que palabras sobre un papel
La DUDH es algo más que una lista de derechos y libertades. Es también una declaración de ideales, no de obligaciones legales. Pero eso no significa que la Declaración carezca de valor: los tribunales de todo el mundo la han utilizado como base jurídica para proteger los derechos humanos y ha inspirado innumerables leyes y políticas destinadas a mejorar la dignidad humana en todos los aspectos de la vida.
La DUDH fue el primer tratado internacional en reconocer que toda persona debe tener ciertos derechos básicos, independientemente de su raza o etnia o identidad de género u orientación sexual o cualquier otra diferencia entre nosotros aparte de nuestra propia humanidad (y a veces ni siquiera eso). Y desde su adopción en 1948, los países han dado pasos para hacer realidad esos derechos aprobando leyes que protegen a las personas de la discriminación por motivos de raza o identidad de género; han creado comisiones especiales encargadas de investigar los abusos contra grupos vulnerables como las mujeres víctimas de la trata en el extranjero; han establecido programas de formación para que los agentes de policía sepan cómo tratar los casos de violencia doméstica sin victimizar aún más a las supervivientes; han prohibido el trabajo infantil... ¡y la lista continúa!
Proteger los derechos humanos ayuda a todos
Los derechos humanos son la base de una sociedad libre y democrática. Son esenciales para proteger la dignidad humana y garantizar que todas las personas puedan disfrutar de sus derechos básicos sin discriminación ni injerencias.
La DUDH incluye 30 derechos y libertades, entre ellos el derecho a no ser torturado, a la libertad de expresión, educación y a buscar asilo. La Declaración divide los derechos humanos en dos grupos: derechos civiles y políticos, como los derechos a la vida, libertad y vida privada; y derechos económicos, sociales y culturales, como los derechos a la seguridad social, salud y vivienda digna.
Proteger los derechos humanos ayuda a todos:
La protección de los derechos individuales beneficia a la sociedad en su conjunto, ya que fomenta la tolerancia y el entendimiento entre personas que, de otro modo, podrían estar distanciadas unas de otras.
La protección de los derechos económicos permite a los individuos trabajar de forma productiva y responsable en sus comunidades, ayudándoles a mantenerse a sí mismos (y a los demás) con su trabajo al tiempo que contribuyen positivamente a la sociedad en general.
Conoce tus derechos:
Los derechos humanos son esenciales para proteger tanto a las personas como a las sociedades, ahora y en el futuro
La Declaración Universal de los Derechos Humanos sigue siendo pertinente y sigue siendo la herramienta internacional más importante para proteger los derechos humanos en todo el mundo, que son indivisibles, inalienables y universales.
Los derechos humanos son esenciales para proteger tanto a las personas como a las sociedades, ahora y en el futuro. Las violaciones de los derechos humanos pueden ocurrir en cualquier lugar: en casa, en el trabajo o en la escuela, en la calle o en Internet, y pueden tener efectos devastadores en la vida de las personas al limitar su libertad o atentar contra su dignidad como seres humanos.
En conclusión, todos tenemos un papel que desempeñar en la protección de los derechos humanos. Puedes empezar por conocer mejor tus propios derechos y cómo los protege la ley. Después, si ves que alguien recibe un trato injusto o algo no te parece correcto, ¡denúncialo!
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