Sí, todos hemos oído la frase "piensa fuera de la caja". Pero no se trata sólo de creatividad. Se trata de animar a tu equipo a ser innovador y creativo. Puedes hacerlo estableciendo una visión y una misión claras para tu equipo, dejándoles que asuman riesgos y prueben cosas nuevas, dándoles espacio para pensar de forma creativa e incluso concediéndoles algo de tiempo libre de sus obligaciones cotidianas para que puedan tener nuevas ideas entre proyecto y proyecto.
Establecer una visión y una misión claras
Antes de empezar a resolver un problema, hay que definirlo. Esto ayudará a tu equipo a centrarse en lo que pretende conseguir y a no distraerse con otros problemas que puedan parecer más acuciantes o interesantes.
Para ello, háganse estas preguntas:
¿Qué intentamos resolver?
¿Por qué es importante?
¿Cómo sabremos si hemos tenido éxito (o fracasado)?
Deshacerse de las viejas normas
El primer paso es deshacerse de las viejas normas.
Esto no es fácil porque muchas normas están arraigadas en nuestra cultura y puede ser difícil cuestionarlas. Pero merece la pena hacerlo porque la innovación puede verse limitada por las normas, pero no todas las normas son malas. Algunas pueden ser un obstáculo para la innovación y otras proporcionan directrices valiosas para crear contención en un entorno de equipo que fomente la creatividad y la asunción de riesgos.
En muchos casos, esto implicará cambiar las prácticas existentes en lugar de introducir otras nuevas desde cero, por ejemplo, fomentando una mayor autonomía dentro de los equipos o facilitando que las personas compartan sus ideas entre diferentes equipos sin miedo a las críticas o al favoritismo.
Permite que tu equipo asuma riesgos
Una de las partes más importantes de la innovación es la asunción de riesgos. Asumir riesgos puede dar miedo, pero también es esencial para crear algo nuevo y diferente. Si permites que los miembros de tu equipo asuman riesgos a su manera, es más probable que aporten ideas innovadoras que les acerquen a la solución del problema.
Asumir riesgos no siempre significa arriesgarse con dinero o recursos; a veces se trata de arriesgarse con uno mismo y ser capaz de admitir cuando algo no funciona según lo previsto. Si alguien tiene una idea que a primera vista parece descabellada, pero que en realidad podría funcionar muy bien si se le dedica el tiempo y la atención suficientes, ¡deja que la pruebe! Puede que acabes encontrando soluciones a problemas que ni siquiera se habían planteado hasta ahora porque alguien se atrevió a pensar fuera de la caja (o fuera de su zona de confort).
Dales espacio para pensar
El primer paso para crear un equipo más innovador es dar a tus empleados el tiempo y el espacio que necesitan. Mucha gente cree que la innovación se produce cuando alguien entra en su oficina con una idea, pero esto no siempre es cierto. Por el contrario, a menudo es durante el tiempo de reflexión cuando la gente puede pensar realmente en sus ideas y proponer otras nuevas. Por ejemplo, si interrumpes a alguien mientras está intentando resolver un problema mentalmente o simplemente pensando en algo totalmente distinto -y luego le dices cuál debe ser la respuesta-, nunca sabrás si había otras posibilidades que podrían haberse explorado durante ese periodo de reflexión.
Si quieres que las ideas de los miembros de tu equipo florezcan, dales un tiempo al día sin interrupciones en el que nadie pueda interrumpirles, a menos que se trate de una situación de emergencia.
La creatividad es esencial para el éxito de los equipos
La creatividad es esencial para el éxito de los equipos. La creatividad es la capacidad de tener nuevas ideas, y puede aplicarse a cualquier situación. Los miembros de un equipo pueden ser creativos de diferentes maneras, por ejemplo mediante el arte o el diseño, la escritura y la narración, o incluso la ciencia y la tecnología.
La creatividad no se limita al arte y al diseño, es una habilidad que se aprende y que se puede utilizar todos los días. Si quieres que los miembros de tu equipo sean más innovadores, anímalos ofreciéndoles oportunidades para aprender nuevas habilidades.
En conclusión, la innovación puede ser fomentada por la cultura de la organización. La clave está en crear un entorno en el que la gente se sienta cómoda asumiendo riesgos y probando algo nuevo, facilitando conversaciones entre personas con diferentes perspectivas y orígenes.
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