top of page
  • Foto del escritorART-4U

Círculos de mujeres: prácticas que fortalecen comunidades

Aunque el #8M, Día internacional de la mujer, es un día para la acción, no puede ser el final de nuestro compromiso con la equidad de género.


En los últimos años se ha prestado cada vez más atención a temas y prácticas con perspectiva de género. Sin embargo, hay que comprometernos cada día para seguir construyendo sociedades más inclusivas, que garanticen los derechos de las mujeres.



Este artículo pretende proponer una de tantas intervenciones comunitarias que existen para asegurar que, más allá de marzo, se sigan construyendo espacios de diálogo, apoyo y solidaridad, recordando que la unión y el sentimiento de pertenencia son clave para lograr objetivos en común y aprender las unas de las otras.


Círculo de mujeres

Los círculos de mujeres son una forma estupenda de reunir a las mujeres en torno a una conversación significativa. A menudo se centran en un tema común, como el arte, y pueden organizarse en muchos lugares distintos, desde casas hasta espacios de oficina. El ingrediente clave para organizar estos círculos son las personas y su compromiso para asistir con regularidad. Es un espacio para compartir conocimientos, emociones y saberes.


Nos fortalecemos en comunidad

Reconocernos en colectivo es una forma de unir voces y crear cambio. Organizar este tipo de prácticas es una forma de tejer comunidad y recordar nuestro poder.


El diálogo nos ayuda a entendernos mejor para trabajar juntas hacia objetivos en común. Al dialogar nos acercamos a mujeres con distintos puntos de vista que comparten sus experiencias y valores. Todas tenemos algo que aportar al diálogo y de esta manera logramos desarrollar nuestras propias opiniones y a tomar decisiones basadas en hechos y no en suposiciones o estereotipos sobre la vida o situación de otras personas, incluso, podemos ampliar nuestra comprensión sobre lo que significa ser mujer en este mundo desde una visión interseccional.


¿Cómo llevarlo a la práctica?

No basta con hablar de la importancia de crear una comunidad de mujeres. ¿Cómo podemos trabajar juntas para crear este tipo de espacios?


El primer paso para crear un espacio acogedor para todas las mujeres es asegurarse de que todas se sientan seguras, verifica que:

  • Todas se sienten bienvenidas, seguras y cómodas para participar.

  • Todas pueden compartir sus historias y escuchar a las demás sin juicios ni críticas.


Decide el tema de tu círculo

Una vez reunido el grupo de mujeres y listo para empezar, es importante decidir el tema del círculo. Puedes elegir un tema relevante para el grupo o incluso uno que sea específico de tu propia experiencia personal. Algunos ejemplos de temas son: la amistad, la maternidad, la pérdida. También puedes pensar en elegir un tema que esté relacionado con tu trabajo y con la sociedad en general.

Esta decisión ayudará a orientar todos los aspectos de la planificación de futuras reuniones, así como a proporcionar orientación durante las propias sesiones.


Acuerda las reglas del círculo

Es posible que quieras establecer algunas normas para tu círculo. Las normas del círculo pueden adaptarse en función del tema de tu grupo, pero son importantes para crear un espacio seguro para todos. Por ejemplo:

  • Confidencialidad: Los miembros del círculo se comprometen a no compartir lo que digan otros participantes sin su permiso, o al menos no hasta que el círculo haya terminado (o hasta que se acuerde otra cosa). Esta regla ayuda a proteger a los participantes de ser identificados como alguien que ha hablado de sus experiencias de una manera indecible, lo que podría ponerles en riesgo de ser culpabilizados o avergonzados por otras personas ajenas al círculo.


Decide cómo quieres dirigir el círculo

Una vez que hayas decidido quiénes formarán parte del círculo y qué tipo de trabajo realizarán, es hora de empezar a pensar en cómo quieres que funcione tu grupo. ¿Con qué frecuencia te gustaría reunirte? ¿De qué tipo de espacio dispones para las reuniones? ¿Habrá algún material o herramienta en particular que deba proporcionar el facilitador o la anfitriona (si es otra persona la anfitriona)? También puede considerar de cuánto tiempo dispone cada persona para este proceso y si pueden comprometerse a asistir regularmente a las reuniones.


Elige una herramienta para conectar

Puedes elegir lo que más te guste o con lo que te sientas más cómoda. En nuestro caso, creemos que el arte es una increíble herramienta para ayudar a conectar a las personas y crecer en sí mismas, de ser así:


El primer paso, por supuesto, es elegir a un artista para su círculo. Es importante elegir a alguien que tenga experiencia con grupos y sepa comunicarse bien. Además, debe sentirse cómodo escuchando atentamente y ayudando al grupo a llegar a un consenso sobre las decisiones. Cuando elijas a un artista para tu círculo de mujeres a través del arte, considera si ha trabajado con otros grupos de mujeres en el pasado y, en caso afirmativo, cómo fueron esas experiencias.



El segundo paso es el diseño de la actividad. Aquí van algunos ejemplos:

  • Una actividad en la que las participantes dibujen sus sueños en un papel. Luego los comparten entre ellas y dialogan sobre lo que les gustaría conseguir en la vida. Esto puede ser una oportunidad para conocer mejor las aspiraciones o metas de las demás, o puede ser simplemente una manera de que las personas que aún no se conocen lo suficiente (¡o no se conocen en absoluto!) se conozcan a través de algo significativo sobre ellas mismas.

  • Otra idea podría consistir en que cada una escriba palabras relacionadas específicamente sólo -¡y sólo!- con sus propias experiencias como mujeres que viven en este momento histórico. Después de que todas hayan completado esta tarea individualmente sin hablar directamente con las demás de antemano, compartiremos nuestras listas en voz alta para que todas sepan exactamente qué significan esos términos basándonos únicamente en la frecuencia con la que cada persona los ha elegido durante su propio proceso.


Hay muchas formas de apoyar el cambio y la transformación

El arte puede servirte para conectar con otras mujeres, y ser una herramienta increíble para reconectar con su poder. Asimismo, hay muchas formas de apoyar el cambio y la transformación, puedes elegir el que mejor se adapte a ti y a las mujeres que te rodean, lo importante es comprometernos a seguir impulsando la equidad de género desde nuestra trinchera y contexto.


Las prácticas comunitarias pueden ser utilizadas a nivel local por las propias comunidades o por organizaciones internacionales que trabajan con ellas (como las ONG). Organizar un círculo de mujeres en tu comunidad o espacio de trabajo es solo un ejemplo, también puedes organizar ferias informativas, reuniones de toma de decisión, talleres, círculos de discusión o cine-debate. Recuerda abrir diálogo y espacios para reflexionar:

  • Hablar sobre nuestras experiencias tanto con otras mujeres como con hombres y de cómo influyen en nuestra vida cotidiana

  • Compartir conocimientos sobre la violencia de género y la discriminación

  • Reflexionar sobre cómo contribuimos a la desigualdad de género

  • Desafiarnos a nosotras mismas y a las demás sobre cómo podemos hacer cambios en nuestras propias vidas, comunidades y en la sociedad en general, trabajando por la igualdad de todas las mujeres.


Conclusión

La intervención comunitaria es un componente clave de la programación con perspectiva de género, pero no es el único. Trabajando junto con otras partes interesadas y miembros de la comunidad, se pueden encontrar soluciones creativas que reflejen las necesidades y prioridades locales. Como hemos visto en este ejemplo de práctica comunitaria ¡incluso algo tan sencillo como abrir un espacio para la conversación puede ayudar a conseguir el cambio!





Comments


bottom of page